He aquí un libro diferente a todos los que hasta ahora he leído. No se trata de una novela ni de un relato sino de un ensayo puro y duro que contiene una reflexión sobre una vida y sus condicionantes: la vida del escritor y su cercana muerte. Por eso, por tratarse de su propia vida, el libro puede ser considerado también una autobiografía.
Ahora bien, no está escrito por un neurótico cualquiera, sino por un neurótico muy culto e inteligente que además escribe muy bien y es por eso que es inevitable que, en algún momento, sus pensamientos o sus sentimientos nos afecten y provoquen en el ánimo del lector una cierta empatía.
La educación, la sexualidad, las relaciones humanas están siendo desmenuzadas en una divagación obsesiva, pero lúcida al cien por cien. Nada desechable es su crítica a la religión, especialmente a la hipocresía cristiana.
Es fantástica la evolución de la narración desde un punto de partida algo aséptico y distante hasta un final delirantemente bélico.
Ciertamente las sociedades, cuanto más complejas y aparentemente perfectas son, tanto más generadoras son de trastornos mentales. Puede ser que el triunfo material de un pueblo conlleve su fracaso moral.
En definitiva, un libro “para comerse el coco”. ¿Será por eso que me ha gustado tanto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario