Jóker es un muchacho cuya única motivación es hacer reír. Es solitario y vive con su madre, que está impedida. Jóker se relaciona mal por culpa de un síndrome que le hace reír de forma descontrolada en los momentos más insólitos.
Poco a poco, el descubrimiento de su pasado y la actitud de una sociedad cruel y violenta irá alimentando su resentimiento.
Tomando como referencia el mundo del cómic, en concreto la figura de Batman, la película corre el riesgo de que su incomprensión genere una violencia que precisamente la historia intenta evitar.
Lo mejor de todo, sin duda alguna, la interpretación de Joaquín Phoenix, merecedor indiscutible de ese óscar que se llevó.
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